Documento redactado el 10.08.1936 por el 2. Departamento del Estado Mayor del Ejercito (departamento de organización) donde este departamento se posiciona en contra del desarrollo y producción de vehículos acorazados especiales para el apoyo de la infantería (el futuro cañón de asalto) y defiende la capacidad del Panzer III para asumir esta función.

Nota:
La inicial y beligerante posición del 2. Departamento del Estado Mayor del Ejercito frente al nuevo vehículo especial para el apoyo de la infantería se iría transformando en los proximos meses en un apoyo con reticencias (véase este documento).

10.08.1936

2. Abteilung GenStdH

Nr.1244/36 g.Kdos.(II)







Asunto:
Vehículo de combate de la infantería







Apuntes



  1. Debido a las experiencias de guerra de todas las naciones el desarrollo de los carros de combate se centra en un aumento de la velocidad y de su radio de acción. Frente a las armas anticarro modernas una mayor velocidad y movilidad dotan al carro de combate de una mayor protección que un refuerzo de su blindaje, con las desventajas que ello supone (reducción de su velocidad, limitada capacidad de cruce de puentes, dificultad en su transporte durante movimientos operativos).

    Con este desarrollo la capacidad general de empleo de los carros de combate en directo contacto con la infantería se ha ido perdiendo, es más, ha conducido a la concentración de los carros de combate en unidades motorizadas especiales, unidades que empleadas tanto operativamente como en masa aún y así están capacitadas para asumir el apoyo directo de la infantería.

  2. El objetivo final previsto para nuestras unidades de carros de combate es la equipación de dos tercios de los vehículos en cada batallón acorazado con carros de combate armados con cañón de 3,7 cm. El carro de combate armado con cañón de 3,7 cm, teniendo en cuenta el grosor de su blindaje, no está capacitado para combatir constantemente en contacto directo con la infantería, pero mediante el correspondiente enfoque sí que es apto para poder ser empleado en misiones de apoyo de la infantería. A diferencia del lento vehículo de combate de la infantería, el veloz carro de combate armado con cañón de 3,7 cm tiene que cumplir su misión operando en diferentes oleadas masivas. Gracias al correspondiente empleo de diferentes olas de carros de combate puede asegurarse un constante apoyo de las zonas más adelantadas de la infantería. El asegurar un constante apoyo de la primera línea de la infantería es por lo tanto fundamentalmente responsabilidad del mando. De este modo y aprovechando al máximo la velocidad de nuestros carros de combate tambien puede evitarse que estos se conviertan en prematuras victimas de las abundantes armas anticarro.

  3. Debido a que el grosor del blindaje tiene sus límitaciones y que el calibre de los cañones puede ser aumentado con mayor facilidad, cualquier carro de combate vá siempre a verse amenazado. El fuertemente blindado pero lento vehículo de combate de la infantería se verá antes amenazado de ser destruido por armas anticarro enemigas que el rápido carro de combate armado con cañón de 3,7 cm. Adicionalmente el especial vehículo de combate de la infantería se convertirá en un arma especial apenas apta para ser empleada en misiones operativas. Debe tenerse además en cuenta que las bases productivas existentes hacen imposible la fabricación del vehículo de combate de la infantería antes de 4 - 5 años y entonces unicamente en detrimento del carro de combate de 3,7 cm.

  4. Por las razones expuestas el 2. Departamento considera que un modelo especial de vehículo de combate para el apoyo directo de la infantería no es deseable y tampoco necesario.