Documento redactado a comienzos de Junio de 1942 donde se recoge el testimonio de un Gefreiter de la 10./Pz.Rgt. 201 (23. Pz.Div.) sobre lo sucedido el 15.05.1942 tras haber sido hecho prisionero junto otros miembros de su compañía por soldados rusos.

Nota:
La toma de declaración al Gefreiter Bellstedt se realizaría en el transcurso de una investigación ordenada por el Gen.Kdo. XXXX. Panzer-Korps contra tres miembros de la 10./Pz.Rgt. 201 que, según un documento ruso capturado, habrían desertado el 15.05.1942 y prestado voluntariamente una extensa declaración, incluyendo detalles sobre su unidad, un alegato contra el nacionalsocialismo además de afirmar haber sido forzados a alistarse en el Arma Acorazada. El comandante de la 23. Pz.Div. encargaría al comandante del Pz.Rgt. 201 iniciar una investigación interna para tratar de esclarecer los hechos. El testimonio del Gefreiter probaría que al menos uno de los tres supuestos desertores (Panzerschütze Landsrath) realmente había sido hecho prisionero. La veracidad del testimonio del Gefreiter sería certificada días más tarde cuando miembros de la 6./Pz.Rgt. 201 tras ocupar las posiciones rusas encontraron los cadáveres de los prisioneros de la 10./Pz.Rgt. 201.

06.06.1942

Leonhard, Leutnant

10./Pz.Rgt. 201







Toma de declaración



Siguiendo ordenes de la compañía tomo declaración al Gefreiter Bellstedt, Kurt. Conocedor de los motivos del interrogatório y advertido sobre su obligación de decir la verdad testifica lo siguiente:


Datos personales:

Me llamo Kurt Bellstedt, nací el 22.04.1924 en Ziegelrode, distrito de Mansfeld, el 01.06.1941 ingresé en el ejercito en la 5./Pz.Ers.Abt. 1 en Erfurt, en la actualidad sirvo en la 10./Pz.Rgt. 201.


Sobre los hechos:

En el combate el 15.05.1942 en Nepokrytaja yo servía en el Panzer III con número 1043 de la 10./Pz.Rgt. 201 como cargador. El vehículo fué alcanzado por un proyectíl disparado por cañón anticarro. El comandante (Unteroffizier Jakobowitz) resultó muerto. El vehículo continuó la marcha y fué alcanzado por tres proyectiles más. Al abandonar la tripulación el carro de combate el artillero y el radiotelegrafista resultaron tambien muertos. En la zona habían soldados de infantería rusos que atacaron inmediatamente a la tripulación y que ya unicamente estaba formada por el Gefreiter Werlein y por mí. Tratamos de abrirnos paso hasta la escuadra de combate de la compañía que entretanto se reagrupaba detrás de nosotros. Una vez consumida la munición fuimos rodeados y hechos prisioneros por los rusos. Mientras eramos hechos prisioneros observé que detrás de nosotros la tripulación de otro carro de combate de la compañía tambien se enfrentaba a los rusos. Esa tripulación tambien había abandonado su vehículo. Se trataba del Unteroffizier Federlein, el Panzerschütze Fuchs y el Panzerschütze Landsrath. Fuimos conducidos a pié hasta detrás de las posiciones de cañones anticarro. Ahí se encontraban tambien en cautividad de los rusos: el Oberleutnant Hasselkuss, el Panzerschütze Arbogast y el Panzerschütze Börner. El Oberleutnant Hasselkuss, el Panzerschütze Arbogast y el Panzerschütze Börner estaban heridos. El Unteroffizier Federlein apenas podía caminar, su cara estaba encostrada y practicamente no podía ver. Desde ahí fuimos conducidos a un bosque. Debido a que el Unteroffizier Federlein no podía moverse por sí solo, el Gefreiter Werlein, el Panzerschütze Börner y yo le ayudamos sosteniéndole. El Panzerschütze Arbogast, que tampoco podía caminar, fué transportado por el resto de camaradas. En el transcurso del camino hasta el bosque perdí de vista a los camaradas que ayudaban al Panzerschütze Arbogast. Una vez alcanzado el bosque fuimos presentados ante un comisario que se dirigió a nosotros en alemán. Tras ordenarnos que nos sentáramos en el suelo nos dijo que era judío y nos preguntó por qué odiabamos a los judíos y por qué queríamos conquistar el mundo entero. Nadie de nosotros reaccionó a esas preguntas. Un oficial ruso se acercó a nosotros y nos dijo que él era alemán y que los alemanes habían matado a su família y a sus padres. El comisario nos dió a entender mediante señas que formáramos un semicírculo en torno a él y posteriormente se dirigió al Oberleutnant Hasselkuss y al Unteroffizier Federlein y les realizó una série de preguntas: domicilio, nombre, estado civíl, número de hijos, si eran alemanes y nacionalsocialistas, profesión. Los dos interrogados dieron sus nombres y afirmaron ser alemanes y nacionalsocialistas. El comisario entonces nos preguntó por nuestra pertenencia y si formabamos parte de la 23. Panzer-Division. A la pregunta del comisario de cuántos carros de combate disponía la división el Oberleutnant Hasselkuss dió la cifra de 25. Posteriormente el comisario preguntó desde cuándo se encontraba la división en esta zona y de dónde provenía. El Oberleutnant Hasselkuss respondió: "Por qué nos pregunta si de todas formas nos van a matar". El comisario respondió que no necesariamente. A continuación el comisario se dirigió en ruso a los aproximadamente 35 - 40 soldados que nos rodeaban y estos empuñaron sus fusiles y subfusiles contra nosotros y empezaron a disparar. Yo inmediatamente me dejé caer hacia atrás y simulé estar muerto. Dos camaradas que todavía presentaban signos de vida fueron rematados por los rusos. En esos momentos el bosque donde nos encontrabamos fué atacado con bombas por nuestros Stukas. Los rusos retrocedieron. La tierra levantada por las explosiones me semienterró, una esquirla me hirió levemente. Algunos rusos procedentes de la posición de cañones anticarro se acercaron para registrar nuestros bolsillos, cuando yo fuí registrado me hice el muerto. Al oscurecer me puse en marcha con el objetivo de alcanzar nuestras líneas. Anteriormente inspeccioné a mis camaradas, estaban todos muertos. Atravesé el bosque guiándome unicamente por las bengalas luminosas. Al escuchar motores de carros de combate me dirigí hacia ellos y posteriormente me presenté ante el II./Pz.Rgt. 201. Desde ahí fuí transportado hasta la enfermería y posteriomente al hospital en Charkow este. Como ya he comentado anteriormente perdí de vista a los camaradas Fuchs, Landsrath y Arbogast. Partiendo del trato recibido por nosotros he de suponer que estos camaradas fueron tratados del mismo modo y finalmente tambien fueron tiroteados.


Aseguro bajo juramento que todo lo por mí narrado lo he realizado en el mejor de mi saber y entender.