Artículo publicado en 'Nachrichtenblatt der Panzertruppen' Nr. 17 de Noviembre de 1944 donde el Inspector General de las Tropas Acorazadas presenta un informe sobre las experiencias del comandante de un Batallón Cazacarros equipado con Jagdpanzer IV.



Nachrichtenblatt der Panzertruppen Nr.17, Noviembre 1944



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Experiencias de un Batallón Cazacarros en el Este con Jagdpanzer IV



  1. Frente al fuego de cañones rusos anticarro de 7,62 cm, fusiles antitanques y lanzagranadas el Jagdpanzer IV ha cumplido plenamente con las expectativas puestas en él. De los 21 Jagdpanzer IV del Batallón, a pesar de haber sido alcanzados varios de ellos por estas armas, no se ha perdido ninguno por acción directa del enemigo.

    El objetivo de proteger nuestras unidades frente a carros de combate enemigos así como apoyar a nuestros granaderos en funciones de infantería ha podido cumplirse en todos los casos. En operaciones ofensivas ha sido tambien posible el mantener temporalmente grandes sectores sin el apoyo de otras Armas.

    La subordinación a unidades bajo el nivél de Regimiento conduce facilmente a un uso fragmentado y de esta forma a pérdidas innecesarias. Por este motivo es importante que el jefe de una unidad de Jagdpanzer IV imponga mediante propuestas claras el operar de forma conjunta y que no renuncie a la dirección personal de su unidad.


  2. Desde puestos superiores se han ordenado el lanzar al combate cazacarros no completamente operativos así como el utilizar vehículos inmovilizados como cañones anticarro estáticos.

    La puesta en práctica de esta orden tenía que conducir a la pérdida de estos vehículos.

    Por este motivo cualquier jefe de una unidad de Jagdpanzer IV debe de defender con la máxima energia que el operar con un cazacarros inmovilizado es inútil, pues sin su motor no puede girar su chásis - sin la capacidad de moverse - es una presa fácil del enemigo ó bien debe de ser volado por los aires.

    Debe ademas de indicarse que la gran mayoría de averías técnicas pueden ser reparadas en cuestión de horas ó en unos pocos días, estando entonces estos cazacarros de nuevo totalmente a disposición de la tropa, mientras que al cumplir este tipo de ordenes los vehículos se pierden irremediablemente.

    Un jefe de unidad responsable debe por este motivo tratar de mantener por todos los medios sus vehículos no operativos hasta que estos puedan ser reparados.


  3. El operar con Jagdpanzer IV en terreno con poca visibilidad y sin la protección de los granaderos conduce a menudo a la pérdida del vehículo victima de tropas anticarro de proximidad.

    La subordinación continuada de una unidad de granaderos al Batallón Cazacarros (Cañones de Asalto) ha dado excelentes resultados. Tras el primer combate la compañía reforzada de granaderos subordinada al Batallón se ha adaptado rapidamente a la función de protección de los cazacarros contra tropas antitanque de proximidad. Los granaderos incluso han logrado, bajo la protección de los cazacarros, el lanzar ataques de limitado alcance de forma independiente así como ataques contra armas pesadas fuera del alcance de los cazacarros.


  4. El combate de objetivos de infantería con proyectiles de alto explosivo (Sprenggranate), reclamado por los granaderos por su repercusión moral, no es compatible con la actual equipación de munición. Cuando es dirigida por el comandante, la ametralladora delantera ofrece grandes prestaciones a todas las distancias.

    Los proyectiles de alto explosivo deben de usarse contra armas pesadas, grupos de combate compactos así como en defensa própia.

    Para defensa própia debe de reservarse una determinada cantidad de munición de todos los tipos. Se aconseja para este fín el utilizar en el Jagdpanzer IV los soportes para proyectiles a la izquierda del comandante. Sobre estos almacenar una caja con munición en cinta para la ametralladora (1:5), munición para pistola y 5 granadas de mano.


  5. El operar con unidades de vehículos cazacarros sin los suficientes servícios de mantenimiento y medios de remolque conduce irremediablemente a pérdidas innecesarias.

    Por este motivo y mientras no se asegure la asistencia de estos servícios se deben de rechazar operaciones independientes de estas unidades así como de vehículos individuales.


  6. En situaciones de incertidumbre como las vividas durante los combates por Baranowicze y los consiguientes combates de retirada se guiaron a vehículos averiados de otras unidades a carreteras reservadas para el abastecimiento y, al ser estos demasiado lentos, fueron alcanzados por el enemigo y destruidos.

    En estos casos es conveniente posicionar a los servícios de mantenimiento y reparación (I-Dienste) en la cercanía de tramos de ferrocarríl y el asignar a un oficial enérgico y prudente (dotado de un vehículo de ruedas) para que se encargue del envío de vehículos averiados a ese lugar. De esta forma en caso de amenaza por parte del enemigo sería posible el cargar en vagones estos vehículos.

    De esta forma el Batallón ha logrado salvar 17 Jagdpanzer IV, 3 Panzer IV y 1 tanque húngaro, siendo estos transportandolos por ferrocarríl a otro sector cuando se vieron amenazados por el enemigo.


  7. Mediante la correspondiente instrucción y bajo la supervisión por parte de un oficial enérgico ha sido en todos los casos posible, incluso bajo intenso fuego enemigo, el recuperar equipo de los Jagdpanzer IV preparados para ser volados por los aires. Así por ejemplo las tripulaciones de dos Jagdpanzer IV, a pesar de estar cercados por el enemigo, lograron recuperar el equipo de sus vehículos y durante la noche alcanzar con él nuestras posiciones.

    El demontaje del equipo, incluido el equipo de radio y los transformadores así como la preparación para la voladura y su realización debe de formar parte de la instrucción.


  8. El cuidado médico de heridos de gravedad durante combates móviles y muy especialmente durante la noche ha sido muy complicado. El Batallón no dispone de ambulancias ni vehículos blindados de transporte de heridos. Se propone lo siguiente: Durante combates nocturnos, debajo del tanque del comandante se cavará un badén de aproximadamente 1 metro de longitud y se cubrirá con mantas y telas de tienda de campaña su interior así como laterales. En este badén el oficial sanitário puede atender a los heridos con luz sabiéndose protegido del fuego enemigo.


Posición del Inspector General de las Tropas Acorazadas

Este informe demuestra que el Jagdpanzer IV, gracias a su armamento y a su blindaje, puede cumplir con sus dos objetivos principales: combate de carros de combate enemigos y apoyo a la Infantería.

Requisito primordial es que sea utilizado en base a sus características especiales:
El aprovechar la movilidad del cazacarros, el fuego concentrado de toda la unidad así como considerar la necesidad del mantenimiento técnico no solo aseguran el éxito decisivo sino que aseguran la larga capacidad operativa del valioso equipo.


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